La estrategia corporativa, en cualquier de sus formas, sería un mero enunciado documentario si es que no existiera personal responsable de su ejecución y despliegue, es decir, aquellos que a través de su trabajo del día a día materializan lo planificado en acciones concretas. Por ejemplo, las estrategias comerciales se tangibilizan en las acciones del día a día de los equipos de ventas y atención al cliente, las estrategias financieras a través de analistas especializados y auditores, las estrategias de tecnología a través de los equipos de desarrollo y despliegue, entre otros. Esta figura también es aplicable a los equipos de datos, aunque muchos puestos y roles aún se encuentran en proceso de consolidación, otros están estandarizados en la industria en cuanto a sus funciones y alcance, tales son los caso del Data Manager y del Data Steward: el primero de ellos responsable de la planificación del gobierno de datos corporativo, y el segundo encargado de ponerlo en práctica a través de diversas metodologías y herramientas.